8.9.07

CABALLOS EN MUERTE.


Cascadas de fuego caen sobre la libélula roja, la dejan flotando en silencio.
No se sabe quién esculpió la tierra, mas está latiendo bajo mis pies.
Es el susurro de un ángel el que me invita a la santidad negando mi verdadera sangre ;
No puedo ir con él, aunque quisiera, no soy perro de esa cuerda.
Vago en el reverso de las cosas, quisiera tanto volver a elevar mis oraciones y empaparlas con lo que llaman fé.
Creo que ataré mi garganta y dejarè que los gusanos trabajen sobre mis polvos.
La mente fatiga a la carne...
La mente fatiga a la carne...

2 comentarios:

Sayuri dijo...

Lejano poeta endiablado;

¿Que tal te encuentras? Hace tiempo que no escribes y que no sé nada de ti.

Te envío un abrazo enorme donde quiera que estés.

XX

Anónimo dijo...

HOOla Tanto tiempo sin saber nada de tí

que es de tu vida.... hace como dos semanas hubo juntación donde Devaud...pusha igual podrías haber ido....

aunque no lo creas se te extraña.....