10.4.12

Tú allá y yo, no sé...


Te pude ver vestido de luna, todo sonrisa, lleno de astros.

 Y éramos la nada entre cada palabra, así de poderosos en el revoltijo noctámbulo de nuestro silencio.

Una mujer recostada a lo lejos veía las luces que se anclaban en su cuerpo, Tenía nuestros colores, y nuestra música espacial la hacía parecer infinita.

Estando contigo estuve solo, me embriagué con el paisaje para olvidar que tus ojos jugueteaban con el espíritu  de los árboles, que escuchaban los secretos de las piedras y que se ensamblaban a la médula animal corriendo y recorriendo la foresta.

Qué envidia pero, no hay nada que hacer con lo colosal, sólo entregarse y perderse, perderse para invertirse, echar el alma para afuera y dejarla respirar. No, mejor dejarla volar, que se vaya lejos; encontrar el vacio, olvidarse del nombre y volver a ser objeto.

Tú allá y yo, no sé...

Rodeado de todo este grosero verde.

Tú allá y yo, no sé…

Dibujados por la tibieza anémica de una fogata.

Tú allá y yo, no sé…

Atravesados por el mutismo que nos disparaba el brillo lunar.

Tú allá y  yo, no sé...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hermoso mi querido sunflower, me dejo el pensamiento perturbado de emociones.-